Asesorar a Empresas: Mejor con experiencia

La empresa, nuestras obligaciones y el día a día tienen una “perversa” consecuencia sobre nuestra manera de enfocar las decisiones. Esa consecuencia es que, queramos o no, nos aíslan y nos mantienen aislados cuanta más tensión, stress o complicaciones nos acucian. No es una decisión voluntaria, pero es una situación que tiende a perpetuarse si no somos capaces de “romper” el aislamiento y volver a tomar “oxigeno”. La búsqueda de asesores será, por tanto una tarea prioritaria para la alta dirección.

La empresa, nuestros equipos directivos, los clientes, los proveedores, el mercado, etc, nos “vacía” (lo entregamos todo; nuestro conocimiento, nuestra fuerza, nuestra capacidad de empuje, nuestro buen humor, nuestra comprensión, en fin “todo lo que somos”). ¿Qué hacer? Existen dos alternativas: lo hacemos solos o con compañía.

En los negocios, hay pocos actos que tengamos que acometer en solitario. Si queremos que la empresa prospere y crezca, necesitamos rodearnos de gente que entiende los desafíos y riesgos a los que nos enfrentamos cada día.

No hay necesidad de contratarlos. Tanto si empezamos un nuevo negocio como si gestionamos empresas consolidadas., debemos desarrollar relaciones sólidas con expertos externos que pueden “rescatar de la soledad” y ofrecer conocimiento, consejos, o simplemente confrontar ideas y “percepciones”.

¿Qué perfiles son los necesarios? ¿Cuántos profesionales incluir? No existe unanimidad sobre este aspecto y aquí vamos a hablar de algunos de ellos, no obstante cada sector (mercado) y cada situación requerirá perfiles diferentes.

6 asesores

Un conocedor del Sector: Tal vez lo conoció en su primer empleo o en una feria comercial el mes pasado. Él o ella han estado en su sector desde hace años. Estos veteranos con “cicatrices de guerra” pueden aportar conocimiento sobre lo que ha pasado y porqué. Pero si el futuro y los cambios nos preocupan ¿de qué nos sirven?. Si es difícil predecir el futuro, saber que pasó antes por cambios en el pasado nos puede ayudar a saber “que no debemos hacer” o “cómo no debemos reaccionar”

Un experto en Tecnologías: ¿Qué hacer cuando se bloquea el servidor o el proveedor de tecnología de la organización recomienda actualizar a un sistema operativo nuevo? Una segunda opinión de un amigo experto en tecnología de software de negocios puede ser de gran utilidad.

Un mentor en gestión. La mayoría de los líderes reconocen la importancia de tener un mentor que puede acudir en busca de asesoramiento sobre las decisiones ejecutivas, como la forma de contratar a un director comercial, evaluar el desempeño de un empleado o determinar qué pasos seguir para resolver un conflicto y/o negociar con un proveedor o cliente. Pero ¿cómo encontrarlos? Una buena alternativa es preguntar, otra puede ser utilizar las redes sociales profesionales (tipo linkedin) y realizar búsquedas por “habilidades” y contrastar su experiencia y contactos de nuestra red que puedan conocerlo/a.

 Un buen abogado. Podemos ahorrar un montón de dinero, así como dolores de cabeza, si tenemos cerca de un abogado corporativo que entiende los problemas legales a los que nos enfrentamos de vez en cuando.

Un asesor de marketing. El marketing es muy importante para el futuro de la empresa. Por lo tanto alguien con quien se pueda discutir la estrategia, la presencia en internet, los medios sociales y/o la creatividad de su nueva campaña, es crucial para seguir avanzando y adaptarnos a los cambios y tendencias de los mercados y de los clientes.

Internamente, en la empresa, los responsables de marketing, también “se agotan” y necesitan de una segunda opinión e “ideas frescas” o nuevas maneras de hacer las cosas para mejorar.

¿Qué ocurre si su responsable de marketing pide asesoramiento externo? En muchas ocasiones interpretamos esta petición como un signo de debilidad, sin embargo es todo lo contrario, es apostar por el futuro, es intentar “llenarse” para poder “vaciarse de nuevo”, en definitiva es proponer seguir creciendo en su desempeño y conocimientos.

Por el contrario en otras ocasiones son los propios responsables de marketing quienes son reacios a esta petición con una “falsa sensación de protección del puesto de trabajo”.

En cualquiera de los casos si ponemos a “su disposición” expertos en la materia y reconocemos que el éxito es compartido (y verdaderamente actuamos como un equipo)  las mejoras llegaran y redundaran en beneficios para la empresa.

Un antagonista: Muchos gerentes, directores generales y/o CEO’s son escogidos por su lealtad y patrones similares de pensamiento. Sin embrago lo que más necesitamos son líderes con mentalidad abierta e independiente que pongan a prueba nuestras ideas haciendo preguntas “complicadas” y proponer ideas alternativas.

Si “dominamos nuestro instinto de aplastar a estos asesores”, pronto nos daremos cuenta de lo importante que es resistir «el pensamiento compartido» y exponer los planes al escrutinio de otras personas con diferentes opiniones, experiencias y visiones del mercado.

Busquemos amigos o conocidos con la experiencia, el coraje y la tenacidad para hacer de abogado del diablo. Si tenemos suerte, podemos encontrar personas con las “ganas suficientes” para incorporarse a un proyecto como externos. Si los tratamos con respeto, probablemente se comporten de la misma manera, y, quién sabe, si alguno de ellos puede convertirse en nuestro próximo CEO.

“El trayecto es largo y tener compañeros de fatiga mejora la experiencia del viaje”